Reflejos de la Vida Pública: Selección Poética y Entrevista con Juan Santiago Martínez

 


diseño: Elizabet Sicilia.

Coordinación General : Elizabeth Sicilia

Algo sobre mí.

Juan Santiago Martínez (El Salvador, 1995)

Curador, teórico, docente y escritor salvadoreño.

 

Licenciado en Humanidades y Máster en Estudios Curatoriales por la Universidad de Navarra, España, entre los años 2015 y 2021.

 

Como curador, se encuentra la realización de varias exposiciones para diferentes centros culturales de El Salvador. Principalmente para el Museo de Arte de El Salvador (MARTE) y Museo Forma.

 

Desde la difusión artística, resalta su trabajo como columnista especializado en arte y cultura para La Prensa Gráfica. Así como diversas ponencias sobre arte y escritos crítico para varios artistas contemporáneos salvadoreños.

 

Además, ha participado en la pedagogía de Historia del Arte en el país. El año 2022 fue el primero del Diplomado en Historia del Arte en la Alianza Francesa, que se imparte anualmente.

 

Por último, ha escrito tres poemarios titulados “4.7.6” en 2019, publicado por Círculo Rojo en España, “Alejandría” en 2022 y “Vida Pública” en 2024, ambos publicados por Índole Editores en El Salvador.


Entrevista con el Poeta Juan Santiago Martínez

Revista Cinco SV tuvo el honor de conversar con el poeta salvadoreño Juan Santiago Martínez, quien recientemente publicó su tercer poemario, VIDA PÚBLICA, con Índole Editores. Aquí, Juan nos comparte su visión y proceso creativo detrás de esta obra que ya está dando mucho de qué hablar.

Elizabeth Sicilia: Juan, ¿Cómo definirías VIDA PÚBLICA y qué te inspiró a escribirlo?

Juan Santiago Martínez: VIDA PÚBLICA vendría a ser la expresión del día a día de los salvadoreños, su camino a través de la religión, la experiencia urbana y las cumbias.

Me inspiró la misma calle, el espacio urbano, las paredes. La Gran San Salvador desde Tecla hasta San Martín, desde San Marcos hasta Ayutuxtepeque. En otras palabras, la máxima expresión de la cotidianidad, las rutas transitadas y las principales arterias de la capital. Me inspiré en los nombres de las calles, los sonidos que se escuchan, los olores y lo que se ve, así como sus personajes.

 

Elizabeth Sicilia: Hablando de los tres pilares que mencionaste, ¿podrías profundizar en ellos?

Juan Santiago Martínez: El principal desafío fue cómo entender la vastedad de un territorio y condensarlo en 42 poemas, donde no podía dejar de lado el folklore, la cultura urbana, la gastronomía y los sentimientos de los salvadoreños. Hice mi mejor esfuerzo y acepté que no puedo tener una visión exacta y del todo cierta, siempre habrá perspectivas distintas y opiniones contrarias. Aprendí a entender que mis poemas son una porción de la realidad salvadoreña, pero de igual manera espero que muchos puedan sentirse identificados, desde su propia experiencia y así activar memorias.

 

Elizabeth Sicilia: Ivonne Melgar describe tu libro como una obra que normaliza las expresiones del mal en la posguerra salvadoreña. ¿Cómo has abordado esta temática en tu obra?

Juan Santiago Martínez: Es importante una revisión crítica del poder y la sociedad salvadoreña, porque de no ser así, los artistas tendríamos menos voz y voto de lo que ya tenemos. Si bien el arte no cambia sociedades de buenas a primeras, permite hacer un ejercicio de fiscalización intelectual que ayude a las personas a entender un punto de vista crítico. Desde 1992, El Salvador democrático sufre un poder autrocrático tripartito Capitalista-Violento-Militar. Nada ha cambiado, pues el ejercicio de poder sigue afectando a los salvadoreños que se dejan obnubilar por figuras mesiánicas. VIDA PÚBLICA busca reflejar la desesperación de un pueblo sometido en su faceta más íntima, o sea la religión.

 

Elizabeth Sicilia: ¿Qué esperas que los lectores encuentren en VIDA PÚBLICA?

Juan Santiago Martínez: Mi mayor deseo es que VIDA PÚBLICA sea leído por las personas que no leen poesía. Quiero que se encuentren con su cotidianidad y se sientan familiarizados.

 

Elizabeth Sicilia: ¿Cuál fue el mayor reto al escribir este poemario y qué es lo que más disfrutaste del proceso?

Juan Santiago Martínez: Mi mayor reto fue darle a cada poema una cadencia oportuna. Que los poemas del apartado religioso sonaran solemnes, pero agitados por la propia naturaleza del rezo desesperado. Que aquellos pertenecientes a la experiencia urbana, sonaran veloces y cargados de sonidos fuertes y rotundos, como si fuera un viernes de tráfico. Y los poemas de las cumbias, que sonaran tal cual a cumbias. El reto fue ese, encontrar la musicalidad y las imágenes más acertadas para cada situación.

 

Elizabeth Sicilia: ¿Dónde pueden adquirir los lectores tu nuevo libro?

Juan Santiago Martínez: Se puede encontrar en Amazon, pueden seguirnos en Instagram como @Vidapublica.sv para encontrar más información.

Además, se puede adquirir en Biblioteca Café, Café Luz Negra, Clásicos Roxsil y la Librería de la UCA.

 

Revista Cinco SV agradece a Juan Santiago Martínez por esta enriquecedora conversación y le desea mucho éxito con VIDA PÚBLICA. Invita a sus lectores a sumergirse en este poderoso poemario y reflexionar sobre las realidades que retrata en esta selección de tres poemas.




Aquellas luces que brillaron

Inertes mientras las aguas

Soportaban el denso peso

de los lamentos

de los inocentes

tan solo hicieron su trabajo

de iluminar las noctámbulas

veredas de la Málaga.

 

Aquel desbordante

Y violento caudal

que decidió qué justicia impartir

no tenía un deber

tan claro, ni una tarea

tan evidente.

 

Entre el calor y los rezos

Las aguas, intransigentes,

mudas, ciegas y sordas

con la naturaleza de su

flujo y corriente

decidieron llevarse

a aquellos siervos.

 

Se hubiesen necesitado

Más de un millón de huacales

y más de dos millones

de manos solidarias

para detener las aguas

que se llevaron treinta y dos

almas inocentes.

 

Nos preguntamos si

Hubiese sido posible, Dios mío,

Que, de volver a las

ocho y cuarto de la noche

de aquel día,

hubiese estado disponibles

tantos huacales

y tantas manos

¿Hubiese habido tantas manos

Dios mío?




Las papalotas

 

La noche de San Salvador es puntiaguda

Como las filosas cerdas que peinan el viento.

 

La noche en San Salvador

Es un ritmo de veinte cumbias que suenan

Para que los fantasmas de las esquinas

Bailen a lo largo de las aceras.

 

El transitar de la noche

Equivale a la iluminación de los pasajes escondidos

Por donde atraviesa quién sabe qué recuerdo

o qué olvido oscuro, oxidado y eterno.

 

Esta oscura capital

se esconde en las veredas y las esquinas,

se esconde tras los muros de cemento áspero

que reverberan con el monótono resonar

de las campanas de lámina oxidada.



 

En lo alto de un conacaste

Con un ritmo frenético y tribal

de trombones y láminas

que genera un denso retumbar

provocando un llamado

al pueblo místico y ancestral.

 

Los cuerpos de los enmascarados

Se unen al repique de los tambores

Y al constante tronar

de los gritos de las bestias.

 

Ensordecedora

E hipnótica resonancia

Que rebota y repercute

Retumbando y resonando

Al interior de una conciencia

Apagada y sofocada

Al borde de la extinción.

 

Qué rostros de desidia

de los bailarines

que vuelven a sentir

cómo el retintín

ronca y chirría

mientras pulsa

la potente percusión

al interior de un corazón

que necesita

de la música,

música maldita

de malditos presagios

para mantener

un pulso vivo

un pulso constante

un pulso rítmico

ese pulso constante.

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