"Baratta inspires Dalton"
"Baratta inspires Dalton"
Rafael Lara-Martínez
Professor
Emeritus, New Mexico Tech
Resumen: "Baratta inspira a Dalton"
documenta sólo uno de los múltiples archivos ocultos del libro más célebre
—"Historias prohibidas del Pulgarcito" (1974)— escrito por el poeta salvadoreño
Roque Dalton (1935-1975). Además del título del libro, esas referencias ocultas
apuntan a la obra etnográfica de María de Baratta (1890-1978), quien
transcribió la lengua náhuat de El Salvador, así como recopiló el archivo más
importante sobre "literatura popular". Su recopilación demuestra cómo
la creatividad poética define el lenguaje coloquial salvadoreño, antes de
cualquier formalización por parte de la literatura canónica urbana. Como tema
desatendido de los estudios culturales, la poética oral y su transcripción
suelen combinarse con su elaboración testimonial. En un doble borrado: Poética
oral Transcripción / Memoria Novela testimonial Estudios culturales / Teoría
testimonial.
Uno de los libros más leídos y comentados de
Roque Dalton (1935-1975) se intitula "Historias prohibidas del
Pulgarcito" (1974). Existen
múltiples reseñas que analizan el contenido
del libro en collage por sus logros
literarios e históricos. Una simple búsqueda de esos artículos arroja
más de unas cincuenta (50) críticas que elogian la relevancia de la
obra
para la política cultural de El Salvador.
Estas reseñas pueden discrepar
en su enfoque
teórico. En su mayoría
resaltan la crítica del sistema político; unas cuantas abordan la cuestión de
género; otras, el problema de la esfera literaria en el país.
Sin embargo, por común acuerdo, en general,
omiten indagar las fuentes bibliográficas primarias de las cuales provienen
muchos documentos citados. Las
lecturas incógnitas
—"historias
prohibidas"— alternan con la
creatividad propia del autor. Parece
que el debate se centra en elegir la mejor teoría actual para evaluar una obra anterior. Así, se excluye casi toda discusión sobre el archivo
que el autor utiliza para componer —en el
sentido musical del término— esa(s) historia(s) político-literaria(s) de El Salvador. Esta negligencia
señala una clara
idea de la historia como escritura que los seres
vivos realizan sobre los muertos. No se considera la discrepancia temporal
y nocional entre
ambos
La nostalgia —"el
tiempo pasado siempre fue mejor"— dictamina que el legado de cualquier
figura canónica siga vigente en la actualidad.
Casi ningún precepto pretérito caduca,
ya que el pasado vive en la memoria crítica
que lo revive al citarlo
en el presente. Como las estaciones, la historia cultural
opera según la revolución sinódica en constante vaivén. Toda herencia ancestral vuelve a florecer cada 3 de mayo, en ofrenda a la Cruz.
Las flores, frutas, cadenas y matatas colorean
el ambiente, pese al transcurso lineal de los años numéricos.
A la certeza de ese pasado que no pasa —sino resucita cada 2 de noviembre a exigir
la permanencia de los Muertos— "Baratta
inspira a Dalton" añade el veredicto documental. En remedo paradójico de
la memoria, las teorías de los estudios culturales invocan el olvido. Reniegan
del archivo original
que el poeta consulta al elaborar su obra. Es posible
que Dalton practique una de tantas versiones del marxismo latinoamericano. Pero esta filiación con el materialismo
histórico carecería de expedientes históricos que respalden el análisis
contemporáneo. He aquí un ejemplo de
la vigencia documental de "Historias prohibidas", la cual rehúsa
propagar una diversidad de teorías sin una bibliografía primaria que la
justifique.
A la referencia furtiva a "El Pulgarcito de América" de Julio Enrique Ávila (1892-1968, véase ilustración y nótese que el emblema remite a
una triple diferencia: género (Pulgarcito mujer), etnia y raza afrodescendiente
distinta de la oficial mestiza), se añaden once (11) anotaciones bibliográficas
ocultas a María de Baratta (1890-1978). Se
sabe que ella es una de las pocas antropólogas salvadoreñas que transcriben la lengua náhuat
durante la primera mitad
del siglo XX. Es de las primeras
—quizás única— en fundar
un indigenismo salvadoreño
fundado en la lengua indígena. Seguramente
de su obra procede “Tiyawit Tzuntzunat, Vamos a Sonsonate” (Baratta, “Cuzcatlán típico”, 180, Dalton, 33), salvo que Dalton
lo retome de Juan Felipe Toruño ("Desarrollo literario", 1958) quien
cita el cantar directamente. Además,
Baratta recopila un amplio material folclórico en castellano coloquial. Lo llama "literatura popular". Bombas, adivinanzas, refranes, cantos, danzas, etc. califican a Baratta como pionera olvidada del
estudio del habla coloquial, cuya creatividad aún solicita un análisis
detallado.
De ella, Roque Dalton
retoma las diez (10) bombas
que —a la letra— transcribe en su obra más popularizada. Esa recitación sin cita no sólo demuestra
el amplio arraigo
de las "Historias
prohibidas" en la bibliografía nacional precedente. También señala la deuda actual con el legado de Baratta, sin la cual no existiría una transcripción
del náhuat y del habla popular. Sin ofrecer un análisis crítico
—las bombas sugieren
un hablante masculino y viril, a mención étnico-racial recurrente— se copian
en el orden numérico original que Baratta les asigna en su recolección de novecientas diecisiete (917) bombas. Hasta el 2020, la historia cultural
salvadoreña opera por una doble tachadura obligatoria:
Poética Oral Transcripción /
Recolección Novela Comprometida/Testimonial Estudios Culturales / Teoría Testimonial, en particular, Poética Oral Salvadoreña Recolección de Baratta /Ministerio de Instrucción Pública Novela
Comprometida/Testimonial Estudios Culturales / Teoría Testimonial. Así la actualidad honra el título de la obra que analiza
—"historias prohibidas"— al censurar las "historias"
documentales que la inspiran, tal cual Baratta y Ávila, entre otra amplia
bibliografía ignorada.
En conclusión, este cimiento documental de
"Historias prohibidas" propone un proyecto historiográfico que ninguna teoría
debe esquivar en el futuro. La pertinencia filosófica de un enfoque particular queda truncada ante el silencio
de los archivos que sustentan
la labor de escritura
en Dalton. Por el momento,
basta asegurar que Baratta —al trabajar
en el Ministerio de Instrucción Pública, hacia finales
del martinato (1941-1944, véase ilustración anterior)— le proporciona a Dalton la transcripción directa
del habla popular salvadoreña en su ironía poética y
sarcasmo creativo. Sólo Baratta
recopila (Logos/Tapixca) la "literatura popular", pese a la
negativa actual por recordarla. El
2021 no reconoce su legado hacia las generaciones que proseguimos calcando su
obra.
Hay variantes del verso final de la siguiente bomba sobre la ballena ("que triste estar en casa ajena" (39), "no me olvides Magdalena (330). "¡Qué linda es esa morena!" (343), "Ya me está naciendo cola" (420)), aún más de quien suspira "al centro de la mar".
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