Literatura
diseño: Elizabet Sicilia.
Coordinación General : Elizabeth Sicilia
Algo sobre mí.
Tania Molina Leddy (San Salvador,
6 de agosto de1977).
Educadora popular,
gestora cultural, artista
escénica, poeta y guía
espiritual. Su formación política y académica inicial se da en Nicaragua y El Salvador. Luego,
parte a Europa para formarse
en diferentes disciplinas del arte, participando en iniciativas de apoyo a inmigrantes e indocumentados, así como en procesos de educación intercultural. Se forma y
desarrolla en Danza experimental, Teatro y Circo. Participa en la Compañía
de circo en bicicleta
«Cyclowncircus» y en El Salvador
crea la Compañía «Ananta Circósmico». En 1991 obtuvo
el primer premio
de poesía en el Certamen de
poesía femenina convocado por UNESCO.En 2013 lanza su primer disco, “Vida”, en com-pañía del músico vasco Javier Antoñano. Tiene
amplia formación en disciplinas relacionadas con el desarrollo espiritual. Dirige el Centro Cultural
Cabezas de Jaguar.
He llegado a la cuenta de los días
llena de propósitos,
atletas del ahora,
circulada por sueños que aletean
mis tiquitaques cotidianos
en lo que el sol alumbra
como el parto de mí misma:
paso y traspaso lo que he querido ser,
podido ser, debido ser,
a lo que soy.
He llegado a la cuenta de mis gestos
con surcos enfrentados,
anclados a mi frente
que enfrenta su propio destino:
contener el motor de las ideas
que me mueven y conmueven.
Cada surco tiene su propia memoria,
su historia contada entre poros,
por eso confluyen sus razones
en la honda terquedad
de la sonrisa.
La vida se dice sola, se cuenta sola
y el cordón de huesos que me yergue
obedece ciegamente al orden de un tiempo
más lento que mis ansias.
Me contemplo desde adentro
y mientras los pies se detienen escucho,
como un rio,
Carcajadas en mis alas.
Todo puede suceder,
hasta morirse.
Por eso me sonríe
el camino
en tu ausencia.
El día puede convertirse en duelo
y más aún,
el carro fúnebre puede convertirse
en matrioshca que cabalga
preñada con tu cascarón vacío.
La casa puede convertirse en abandono,
después de la humazón
que arrebató al enjambre
su máscara cordial e insoportable.
También la ceniza puede volverse canto
y el mar ser una lápida de atardecer epitafio.
Y el tránsito de las olas puede ser el anuncio
de que la vida va y viene
a pesar de nosotros.
Y el llanto puede no ser, sencillamente,
y el momento puede no ser terrible,
y los días pueden ser venideros
entre inquietos planes y tiernas compañías.
Todo es posible,
hasta morir de repente,
sin arrepentimiento,
hasta seguir adelante
sin sufrir y sin pausa.
Con la flor de los mangos
engalano tus memorias,
aunque para vivir
he tenido que olvidarte un poco,
mirar de reojo tu fotografía
y hacer como que no te veo
a cada rato.
Con flores de mango perfumo tus memorias,
aunque con su dulzor
me olvido que estas muerto,
te recuerdo como un árbol
y con tu olor
intacto
me escapo de los pésames
y de los melodramas.
Como flor de los mangos
corono tus memorias
aunque para reír
he tenido que abandonar tu abrazo
a merced de este trópico
y sus placeres frutales.
Han venido los mangos a salvarnos
de la muerte,
la lluvia torrencial
me ahorró el llanto
mientras como y como mangos
para honrarte con deleite.
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