Literatura
diseño: Elizabet Sicilia.
Coordinación General : Elizabeth Sicilia
Algo sobre mí.
Guatemalteco de 35 años, Publicista Profesional, Licenciado en Ciencias de la Comunicación, escritor desde los doce años, a lo largo del tiempo ha desglosado su inspiración en varías temáticas, Gestor Cultural en diversas actividades y colaborador con otros artistas para la organización de eventos. Ha publicado parte de su poesía en la antología Poesía Métrica Contemporánea Guatemalteca de Editorial POE. Se ha desempeñado en el ámbito publicitario como Community Manager, Social Media Manager, Redactor y Creativo. Sus amplios conocimientos en la gestión de redes sociales empresariales, pautas digitales, estrategias de contenido y creatividad lo impulsaron para cofundar la agencia de publicidad "Los Bros", además de fungir como docente impartiendo cursos relacionados al marketing digital en la Universidad Panamericana.
Somos
efímeros instantes
Gotas
cayendo
El humo de
un café compartido
Las hojas
al viento
El día
yendo
Bellezas
espontáneas
El florecer
del jardín
El dios que
acuesta al alba y la musa que despierta la noche
Somos
efervescencia química
El claro en
el bosque
Un parpadeo
antes del beso
Ese
pellizco para saber si estoy soñando
Un colibrí
cortejando una flor
La última
cerveza en la refri
El último mordisco
de tu antojo favorito
Una vocal
expandiéndose en una canción
Ese
calorcito entre las sábanas
Antes de
empezar a raspar el día.
Y aunque
parezca que todo apunta
hacia vivir
el aquí y ahora o el momento
es más allá
de eso
Es
entendernos transitorios
pero
aspirando a lo eterno
Querés al
tigre sin matarlo
el calor de
la sangre sin sacarla
que el
espejismo del desierto cobre vida.
Querés el
colmillo sin mordida
el color de
los ojos que se pierden en el callejón de tus cuencas
querés al
cuervo, pero quedándote tuerto
para medio
ver, pero sentirlo todo.
Querés sentir
el latido
o solo viniste
por el ruido
acaso
escuchaste el rugido
y pintaste
todas las manchas de otro color.
Haciendo
oscuro lo pardo
haciendo
despertar lo dormido
y a aquel
noctámbulo darle buenas siestas.
Quizás
entre los quereres
hay placeres
entre
nuestros seres.
De pronto y
este espejo casi exacto
concordancia
casi acuática
buena
letra, buena onda, bella todo.
Habita una
grieta que crea planetas
hacia donde
brincar cuando nos aburramos de la tierra, de Marte, de Venus, Saturno, Plutón
a no ese no y esos otros que inventaremos hasta romper el espejo, para no ser
reflejo, para no ser agua, ni siquiera el aceite en tornasol sobre la
carretera.
Y es que
resulta que detrás del espejo está la ropa que nos quitamos para vernos, para
cerrar la boca, abrir los dedos, pestañear hondo y...
… ¿Querés
al tigre sin matarlo?
Tienen
terraza y no la usan
Afuera hay
cantos de ave y no los escuchan
Todo lo
atrapa el ruido de la ciudad que llevan dentro.
Jornadas
laborales que los hacen desaparecer del hogar
Tardan más
en dormirse, que lo que logran descansar
Así en
prisas por llegar a tiempo
Por
cumplir para pagar la vida que no llegan a disfrutar.
Cuantos
atardeceres se han perdido
Por estar
hacinados entre los pendientes laborales
Las
preocupaciones de casa y la batalla interna que cada quien sopesa.
Y los días
pasan y las tardes pesan
En esa
ruleta cotidiana en la que el que te abraza te alienta; pero qué sucede con los
que al llegar a casa solo escuchan electrodomésticos, mientras
la radio, la tele o el internet son los 3 reyes magos haciendo
artífice de compañía.
Necesitan
reencontrarse con las maravillas de las grietas
En una
cadena continua que salve de onda en onda, como la piedra que cruza el
río.
Porque
hasta los que se enriquecen de dinero, al darse cuenta de que la felicidad no
está ahí, necesitan volver.
No perder
de vista lo que sí se tiene y aferrarse a la vida como lo hace un recién nacido
al pulgar de su madre.
No todo
está perdido, no todo es un desastre
Aún hay
mariposas que revolotean en la cárcel.
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