Fiorella Terrazas Espinoza
diseño: Elizabet Sicilia.
Coordinación General : Elizabeth Sicilia
Selección: Josué Andrés Moz
Algo sobre mí.
Fiorella
Terrazas Espinoza a.k.a. Fioloba (Lima
– Perú, 1990). Es contadora y comunicadora. Es autora de «Cam Girl y otros
poemas» (Dulzorada, 2021) Integró la Antifil. Integró Plástico Revista Virtual
de Literatura de México. Publicó fanzines desde el 2010. Hace videopoesía.
Tiraron barro
a su ventana
y repitieron
mi nombre
mezclando
vinilos en discontinuidad,
el barro y mi
nombre,
mi nombre es
barro.
Perdiendo
y otra vez
perdiendo
no sabía que
estaba audicionando
para el papel
masculino en tu drama.
Las oraciones
no pueden crear el milagro.
Prefiero un
rato sabio que mil horas de shit mental.
Creo un limbo
donde mi yo es un espectro estimulado,
me voy a ver
el Rímac y desconectar
y las poetas
bimbo dan de comer a las tortugas
al ritmo de
una mezcla moderna de bocinas en la autopista,
leen novelas
cuyos títulos guardan celosamente en secreto.
Fuman mucho en
la pipa que compran al por mayor
con el dinero
de la venta de sus libros,
se vuelven
fotógrafas mentales,
pasean y
capturan los mejores ángulos de gatos
y perros en
las calles cerca de casa.
Sacan la
basura acumulada por meses,
solo papeles
rotos de mediocres escritos sin valor.
El ántrax se adueña de su patente. Yo todavía no tengo
participación en mis patógenos, me encantaría empezar una correspondencia
eterna con algún amigo que se apunte. Es un misterio invertir a ciegas. Leer
demasiada economía también te hace menos héroe. Menos sensorial. Necesito una
insulina con el check de verificación
para no irse en picada. Llevo años defendiendo mi lugar, desde 1996 bebo chicha
heladita. Aprendo de mis abuelitas. No les prometo un final feliz. Me considero
pesimista como Cesar Hildebrant. Lucho también contra la depresión que me toca
las ventanas cerradas de mi casa. Hoy en día esto no puede ser problema. Las
condenas de muerte son científicas. No exactas. Secreto de mi páncreas animal
fantasmal. En mis encimas me extraen unos cuernos de alce. Quiero ser libre
como un perro del mercado. Seguro. Forrarme en dólares húmedos. Pero ¿Se puede
o no? Decidí no hacerlo. Decidí no hacerlo. Decido el no control. No necesito
patentes de dólar. Voy a pararme en el cerro a cantar. Llorar y reír con mis
compañeras comprensivas. Pero desde 1996. En ese tiempo se necesitaban densos
mililitros de gaseosa chiki. Flujos
ilimitados de insulina. Antrax
aparente dueña de su vacuna. Fabrico mi vacuna. Demora mucho el proceso.
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